Por Rosa Merlano
Mientras Gabriela Fernández Álvarez, la conductora del programa oficialista cubano Con Filo, recorre España con su gira titulada “Juventud Cubana en tiempos de Trump”, muchos se preguntan cuál es el verdadero motivo de su viaje. Más allá de defender la narrativa del régimen cubano y atacar a opositores, parece que Gabriela tenía una misión mucho más íntima y urgente: abastecerse de desodorantes íntimos femeninos, un producto prácticamente inexistente en Cuba.
En medio de protestas y gritos de “peste a bollo” —un insulto cubano que alude a la halitosis vaginal— Gabriela ha recibido un mensaje claro de la diáspora cubana en España. Y no es solo una cuestión política, sino también de higiene personal. En la isla, la escasez de productos básicos llega hasta lo más fundamental, y los desodorantes íntimos femeninos no son la excepción.
Así que mientras Gabriela se enfrenta a manifestantes que la acusan de ser parte del aparato represivo y de usar Con Filo para atacar a quienes exigen derechos, su viaje podría resumirse en una simple y humana necesidad: salir de Cuba para poder comprar esos desodorantes que en la isla brillan por su ausencia.
Quizás la próxima vez que la veamos en España, no solo venga con discursos revolucionarios, sino también con una maleta cargada de productos de higiene personal que en Cuba son un lujo inaccesible. Porque, al final, hasta la propaganda más filosa necesita estar fresca y sin “peste a bollo”.